Una
mula de labranza pastaba tranquila junto al barranco, cuando por encima de
ella, se fijó la sombra del bombardero que avanzaba con estruendo hacía su
destino. La dueña del animal, desde una cueva cercana, contemplaba la imagen
aterrorizada, mientras sujetaba con fuerza a su hijo en el regazo. En su cobijo,
vieron como las bombas iban cayendo sobre el pueblo levantando una enorme
polvareda, que les hizo creer, que había sido destruido totalmente.
Era
el mes de marzo de 1938, cuando las tierras de nuestro Bajo Aragón se vieron
sometidas al avance del frente de guerra, con la aviación primero, después la
artillería y al final las tropas de infantería. La destrucción y la muerte, fue
el cuadro que se exponía por doquier en la galería de los horrores de cualquier
lugar. Nadie había visto nada igual, el reflejo de lo vivido en esos días,
quedó grabado para siempre en las retinas de la memoria de todos y cada uno de
los que lo contemplaron.
Ahora,
setenta seis años después, llevamos ya bastante tiempo que el gobierno nos está
“bombardeando” con su aviación de ministros, con la artillería de secretarios
de estado y nos acosa con la infantería de sus diputados, para lanzarnos
continuas “deflagraciones” de que la economía, gracias a su estrategia, está cada
vez mejor. Sin embargo, no quieren saber nada de los informes que da una
organización “neutral” como Cáritas, donde avisa del empobrecimiento de la
sociedad real, en la que están 700.00 hogares sin ingresos, y donde 5 millones de personas se encuentran ya afectadas por
situaciones de exclusión severa, un 82,6%
más que en 2007. Se anota también, que nada parece indicar que la implantación de la reforma laboral haya contribuido a la creación de empleo, ni a la reducción de la temporalidad de las nuevas contrataciones. Añade el informe, que es significativo el incremento de los hogares que para mantener su casa, deben hacer un esfuerzo económico tan importante que los coloca en situaciones de pobreza extrema, una vez descontados los gastos de su vivienda. Y es también substancial, el aumento de hogares que presentan dificultades para comprar medicamentos. Todo ello, porque la renta media de la población española, es inferior a la que había en el año 2000, llevando a nuestro país a los primeros puestos del ranking europeo de niveles de pobreza.
más que en 2007. Se anota también, que nada parece indicar que la implantación de la reforma laboral haya contribuido a la creación de empleo, ni a la reducción de la temporalidad de las nuevas contrataciones. Añade el informe, que es significativo el incremento de los hogares que para mantener su casa, deben hacer un esfuerzo económico tan importante que los coloca en situaciones de pobreza extrema, una vez descontados los gastos de su vivienda. Y es también substancial, el aumento de hogares que presentan dificultades para comprar medicamentos. Todo ello, porque la renta media de la población española, es inferior a la que había en el año 2000, llevando a nuestro país a los primeros puestos del ranking europeo de niveles de pobreza.
Con todos estos
datos, el ministro Montoro, en vez de criticarlos, sería mejor que se diese una
vuelta por los pueblos de España y comprobaría el “bombardeo” de necesidades a
los que se somete la vida diaria de los ciudadanos.