martes, 20 de mayo de 2014

OCHO APELLIDOS VASCOS

   


                                      
Pisando la moqueta silenciosa del cine, me fui andando hasta la butaca 21B, donde debía esperar el  comienzo de la película, “Ocho apellidos vascos”, que tanta fama ha conseguido.
Como no soy de risa fácil, como soy muy exigente con el cine español, como la fama no me concede fiabilidad, estaba un tanto expectante de lo que iba a ocurrir, después de que se apagasen las luces y la vista se centrase en el amplio rectángulo de la pantalla.

Pero mis temores, o mejor mis dudas, se vieron completamente disuadidos desde el comienzo con la gracia del desparpajo andaluz, con el acierto irónico de los tópicos vascos y con el buen hacer de los actores principales.

El desbordante éxito de esta película, invita a reflexionar sobre los factores que han podido conducir a un triunfo tan notable -y habitualmente escurridizo- para el frágil sector cinematográfico español.  “Ocho apellidos vascos” supera la subida del IVA cultural, el impacto de Internet en el modelo tradicional de explotación, el descenso constante del público en las salas, y hasta la indiferencia o desprecio de una cantidad considerable de espectadores hacia el cine español. 

Es en si misma, es una comedia blanca basada en el choque de los arquetipos vascos y andaluces, mezclado con el eficaz y eterno recurso, de la atracción romántica entre hombre y mujer. Pero la puesta en valor en si misma o su mismo fin, es que somos capaces de poder disfrutar de temas tan serios como “han sido”, el

problema del conflicto en el País Vasco, todo ello conseguido a través de unos diálogos dinámicos e ingeniosos, cuyo guión original ha obtenido un film con unos toques ácidos, pero esencialmente amables, que incluso remite a las películas de Paco Martínez Soria, tanto a nivel formal como de contenido, que tanto éxito obtuvieron y donde también se plasmaba de forma sarcástica, la personalidad del estereotipo, en este caso, del aragonés de a pie.

Pero otro mensaje que también nos trasmite, es que cada región española tiene sus propias creencias, tiene sus propios mitos y tiene su propios tabús en contra de otras regiones, pero que un vez conocidas las personas en su misma naturaleza interior, es fácil la convivencia entre todos, siempre que sepamos respetar sus particularidades, además nos dice, que no es necesario poner barreras donde no la hay, ni separatismos que no conducen  a “ningún puerto”, porque: “To er mundo e güeno”, “guztiontzat ona da”, “todo o mundo e bo”, “tothom es bó”.

martes, 6 de mayo de 2014

LA CONLLOGA




El despertar de la mañana lo hizo amanecer la aldaba, cuando la golpeó con fuerza el tío José de la Manuela, llamando a la puerta de casa del Bautista. Los dos debían partir hacía la tierra baja para labrar los campos de olivos, que se estaban llenando de hierba, tras una primavera muy lluviosa.

Estos buenos amigos, se habían asociado mediante un acuerdo previo, donde aportaban cada uno su mulo de labranza, porque los animales que tenían eran de las mismas características físicas y así poder arar juntos con la vertedera y luego realizar también durante el verano, la trilla con sus dos caballerías.

Esta unión o “conlloga”, la realizaban desde hacía bastante tiempo, lo que había llegado a articular entre ambas familias una relación muy estrecha, no tan solo para apoyarse durante el ciclo agrícola, si no porque los lazos afectivos alcanzaron a través de los años, un grado prácticamente familiar.

En estos días, volvemos a ver como hacen “conlloga” muchos partidos minoritarios  de España, que teniendo parecidas ideologías políticas, se unen para conseguir de esta manera, unos mejores resultados electorales, ante la cercanía de las elecciones europeas que se realizarán el próximo 25 de mayo y donde vamos a elegir a los 54 parlamentarios españoles que nos van a representar en el parlamento de Estrasburgo.

Estos partidos que se “conllogan temporalmente”, son principalmente de la Izquierda Plural y los nacionalistas, en “Coalición por Europa”. Por otro lado están los dos mayoritarios, que están ya “labrando” el terreno en solitario, con sus maquinarias propagandísticas en marcha y con sus “conductores” haciendo los surcos profundos para su siembra fertilice mejor. Aunque a Cañete, el líder agricultor del gobierno, parece que antes de plantar, ya le han crecido las malas hierbas en su “abonado” campo empresarial.

Ahora solo nos toca esperar para ir conociendo la línea política que van a plantear cada uno en sus diversos programas, aunque visto y comprobado está, que de lo expuesto a lo realizado, hay un salto cualitativo y cuantitativo importante. Pero aún con todo, no debemos de olvidar la importancia que están teniendo cada vez más las decisiones que se toman en el marco de la Unión Europea, tanto políticas, como económicas o judiciales. 

Por ello, debemos reflexionar sobre cual el mejor “conllogué” con el que debemos apoyarnos para conseguir solucionar los problemas del presente y que nos garanticen un mejor futuro social, utilizando para alcanzarlo, el argumento electoral de cada uno de nuestros votos.