sábado, 8 de noviembre de 2014

LAS MORAS




Durante este verano, de bajas temperaturas, de “apedreadas” crueles, de menos gente en lo pueblos y de recortes sanitarios en los municipios pequeños; uno de los mayores placeres que ofrece las vacaciones, es el apostar por madrugar por las mañanas y con un vaso de agua en el cuerpo, ir andar durante unas horas, por los senderos de las montañas de nuestro Bajo Aragón.

Junto a la conversación de los compañeros, la contemplación de la ardilla saltando por sus árboles, los corzos andando a sus anchas por los campos o las palomas torcaces volando despreocupadas, ante el inminente levantamiento de la veda, encontramos  junto al camino, enredadas entre pinchas afiladas, el fruto de las zarzas, las moras.

Ellas, nos han marcando con su propia madurez, primero verde, luego roja  y al final negra, el avance del verano, avisándonos, como si de un diario de agosto se tratase, de que el tiempo iba corriendo hacia un otoño, que se nos depara muy caliente a nivel político.

Ya que hay muchos temas que resolver en este transito estacional, como la del independentismo catalán; la reforma de la ley electoral que plantea el PP, para favorecerse en los comicios municipales y autonómicos del año que viene; comprobar si la economía mejora en el último trimestre del año y con ello la bajada del
paro, y en clave de partidos, después del cataclismo que supusieron las elecciones europeas para los dos partidos mayoritarios, habrá que valorar la consolidación del nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez; si son capaces de organizarse la nueva fuerza política de Podemos; si se une la izquierda, o también si el PP va ha seguir ninguneando a la sanidad, a la educación, si prosigue con la ley del aborto, con la reforma fiscal que perjudica a las clases media-baja o vamos a comprobar también lo que hace con los aforados.

Y en esta vorágine otoñal, seguiremos en orden judicial atentos a los casos de antigua solera, como la Gürtel, los Ere, Bárcenas, Noss, y el nuevo producto estrella de la corrupción, el “exhonorable” Jordi Puyol.
Pero dentro de todos estos “arbustos espinosos” que complementan nuestro panorama, siempre hay una noticia humana y esperanzadora, como es el caso de la ONG, Médicos Sin Fronteras, cuyo trabajo admirable y solidario, se podía ver estos días en un video de Liberia, apoyando a la gente con la enfermedad del Ebola. 

Y es que en este mundo lleno de zarzas, siempre existirá la dulzura, la delicadeza y el fruto que se entrega desinteresadamente como es, la mora.


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